Cuando uno crece va viendo que empieza a efectuar esa incómoda comparación que tanto odiaba cuando era un infante o adolescente. Será parte del Argentino Básico que todos tenemos dentro, parte del Tango Interno que es nuestro Karma por más que nos neguemos a aceptarlo. Pero llega un momento en nuestra vida en que uno piensa (ya sea para su interior o exteriorizándolo) “esto antes no pasaba”, o “antes esto era mejor”. Hay cosas a nuestro alrededor que cambian obviamente por el pasar de los años, y otras que en estos tiempos cambian por influencias de la Globalización, la alineación de las Estrellas o simplemente la Boludez Colectiva. Y una de estas cosas son los lugares adonde ir a comer cuando uno sale…

Antes…
Uno salia a comer afuera e iba a un restaurante o una pizzería.

Ahora…
Uno sale a comer afuera y no sabe si ir a un Resto-Bar, un FastFood, un Patio de Comidas, un Tenedor Libre, un Café Literario, un lugar de Comidas Étnicas… un restaurante o una pizzería.

Antes…
Cuando uno llegaba a ese lugar, te recibía un señor generalmente de camisa blanca, chaleco negro y moñito, con todo el pelo peinado para atrás, y quizás portador de un bigote finito, llamado Mâitre que te ubicaba rápidamente en alguna mesa.

Ahora…
Cuando uno llega a ese lugar, te recibe una mina espectacular, con poca ropa y muy ajustada, que te seduce indefectiblemente haciendo que te olvides que ibas a ese lugar a comer, y te deja esperando por lo menos media hora antes de ubicarte en algún lado (pero a vos no te importa porque aprovechas a mirarle el culo).

Antes…
Los mozos eran en su mayoría bajos, panzones, casi pelados y gallegos, con una memoria prodigiosa.

Ahora…
El mozo es la moza, generalmente esta rebuena y es menor de edad. Suele traerte todo equivocado, pero bueh, pobrecita, es tan chiquita…

Antes…
El cocinero era un señor gordo de guardapolvos blanco y gorro alto que siempre estaba en la cocina.

Ahora…
El cocinero es el chef o gourmet, que se escapó de un capítulo de Moda en Off , y tiene un uniforme parecido al del Hombre Araña, con una bandana en la cabeza. Ah, se la pasa paseándose entre las mesas.

Antes…
Cuando uno pedía un plato, el pedido solía venir dentro de una bandeja metalizada, y lo que te traían alcanzaba como para comer de a dos.

Ahora…
El plato te viene servido en el plato, si lo encontrás. Es lo que viene entre el garabato hecho con ketchup y la hoja de perejil.

Antes…
Uno podía ir a comer una picada de papas con mayonesa y aceitunas con orégano, y luego un rico postre vigilante (el querido queso y dulce)

Ahora…
Uno para comer eso, tenes que pedir Patatas al Óleo y Huevo con Olivas a las Finas Hierbas, y una Brochette de Sardo con Batata.

Antes…
En los manteles y servilletas de los restaurantes estaba bordado el nombre del local.

Ahora…
En los papeles que te ponen debajo de los platos está impresa la propaganda de Agarol.

Antes…
Si veias una cucaracha en la pared del local, lo clausuraban al dia siguiente.

Ahora…
Si ves una cucaracha en la pared, don’t worry, es un Bar-Temático.

No se si todo tiempo pasado fue mejor, pero seguro que fue distinto…