domingo, octubre 24, 2004
Un caso de escopeta
Hace desde doce años que Rosario tiene a un particular habitante entre su distinguida población. Ya es digno de fama mundial, aparece en titulares en importantes diarios locales, nacionales e internacionales. Él supo hacer su propia fama a fuerza de hacerse notar de entre el resto de nosotros, simples trabajadores o estudiantes que vivimos en esta bella ciudad. Y ahora que la ciudad está tan linda, reconociendo sus espacios verdes, sus edificios antiguos, sus lugares históricos, ¿no será momento que (como ya se hizo anteriormente con Olmedo, Litto Nebbia, Libertad Lamarque, Fito Paez, y demás hijos pródigos de esta ciudad) se haga un inmenso cartel a colores, quizás pegado al costado de los colectivos, que diga De Acá con el identikit del Loco de la Escopeta?
En algunos medios lo están comparando con el Unabomber, aquel ex profesor de matemáticas que entre 1978 y 1996 intrigó y mantuvo en vilo al FBI en los Estados Unidos, enviando explosivos por correspondencia. O sea, si comparamos al Unabomber con nuestro Loco, ¿no estaremos comparando al FBI con nuestra Policía?...
¿Para cuándo la remera con la cara del Loco?...
En algunos medios lo están comparando con el Unabomber, aquel ex profesor de matemáticas que entre 1978 y 1996 intrigó y mantuvo en vilo al FBI en los Estados Unidos, enviando explosivos por correspondencia. O sea, si comparamos al Unabomber con nuestro Loco, ¿no estaremos comparando al FBI con nuestra Policía?...
¿Para cuándo la remera con la cara del Loco?...
lo dijo el Sr Coso a las 9:06 p. m.
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