viernes, octubre 08, 2004
Yendo al cine: Alien vs Depredador
Todo comenzó hace más de diez años atrás cuando Danny Glover entró a la nave de los depredadores en Predator 2 y vió colgado en la sala de trofeos un cráneo de Alien... Guau, esos extraterrestres se conocían de antes... ¡Queremos verlos juntos en acción!
Debo comentar antes que nada que adoro ambas franquicias extraterrestres: la de los Aliens y la de los Depredadores. Mi excitación fue suprema cuando supe de la realización de esta película, y también cuando supe quién iba a ser el director. Paul W. S. Anderson es un buen director de cine de acción-entretenimiento, cuenta en su curriculum con filmes tales como Mortal Kombat, Resident Evil, Event horizon, y Soldier, asi que la cosa venía bien encaminada para mí.
Ya se, de la manera en que estoy escribiendo esto, parece que en algún momento voy a decir “pero no, la película me defraudo y es una cagada”, pero relájense, no voy para ese lado.
Vamos a pensar antes de hablar de la pelicula en sí en qué es lo que uno debe esperar cuando va al cine a ver una película de este tipo:
1.- Que los efectos especiales y los decorados estén bien, que no sean demasiado berretas.
2.- Que las actuaciones acompañen, aunque no pretendemos tener a Norma Aleandro en el espacio.
3.- Que el guión tenga una cierta coherencia y solidez.
Con esto en mente, les puedo decir que Alien vs Depredador para mí cumple bastante con su objetivo principal: entretener al público que busca reencontrarse con estos “adorables” personajes. Bastante. No del todo, aclaro.
La historia tiene bastantes elementos de ambas franquicias, interrelacionándolos de una forma bastante natural y coherente, y también tiene algunas licencias que se tomo el director/guionista como para hacer más fluido el relato. En las licencias que se toma Anderson está el problema para algunos de los fanáticos que han visto este filme.
Un grupo de investigadores subvencionados por el multimillonario Charles Bishop Weyland (Lance Henriksen, pulgares arriba para mí) y comandados por la exploradora Alexa Woods (Sanaa Lathan, y ojalá que nunca más aparezca este personaje en esta saga, porque me cayó mal. Nena, vos no sos la teniente Ripley...) descubren una enorme pirámide enterrada en el suelo de la Antártida. Cuando se meten dentro de esta, se enteran que éstos son los restos de una antigua civilización perdida que idolatraban a los Depredadores, y éste era el campo de batalla en donde estos seres luchaban contra los Aliens como un rito para pasar de adolescente a adulto.
La cosa obviamente se sale de cauce cuando el grupo sin querer (ja, siempre está el factor “imbecilidad” en estas películas) despierta a la Reina Alien que estaba congelada y ésta comienza a poner huevos, y simultáneamente tres bonitos párvulos Depredadores vienen a la Tierra para volverse adultos cazando bichos. Aliens, no mosquitos obvio. ¿Y qué van a usar de carnada? Si, adivinaste, a los pobres humanos (y es lo que todos estamos deseando ver).
Acá voy a revelar algunas de las cosas que pueden llegar a molestar a los espectadores apasionados con este tipo de películas, así que si no la viste, dejá de leer acá por que puede que te cague la sorpresa.
Después no digas que no te avisé…
1.- Hasta que aparece algo de acción, y vemos a los verdaderos protagonistas de esta peli, deben pasar mas o menos cuarenta minutos. Se hace rogar un poco el arranque.
2.- Quizás hacía falta un poco más de acción en general. Más piñas, más violencia, pero por sobre todo... ¡más sangre humana! Se extraña el rojo en esta película. Si en las pelis anteriores de ambas franquicias algo que sobraba era la sangre, ¿por qué tratar de hacer PG-13 a esta?
3.- El ciclo de generación de los aliens es muchísimo más corto que en las cuatro películas anteriores de esta serie. O sea, según lo que se ve acá, la Reina pone el huevo, el facehugger (la mano esa asquerosa con un pitulín en la palma) agarra al humano, el pecho del humano explota, y el alien crece hasta sus dos metros y medio promedio digamos en... ¿¿veinte minutos??
4.- Suponiendo que los Depredadores luchan contra los Aliens desde hace miles de años (según lo que se ve acá), no me van a decir que no se pudieron hacer una armadura contra el ácido de los Aliens... sobre todo cuando las armas blancas de los Depredadores (cuchillas, shurikens, redes, etc) parecen no ser afectadas con este asqueroso fluido verde.
5.- ¿Por qué loca causa los Depredadores viejos van a mandar a sus jóvenes a meterse en una pirámide infestada de Aliens sin su pistolota con mira láser? Eso si, los mandan con una bomba termo nuclear capaz de borrar toda una civilización de la faz del planeta...
6.- La Reina Alien por momentos parece la hermana menor del T-Rex de Jurassic Park. No se si eso es bueno.
7.- También están ese tipo de ruptura de leyes físicas ya vistas en “Día de la Independencia” o “Reacción en cadena” en donde un ser humano puede correr más rápido que la onda expansiva de una bomba nuclear o que las llamas ardientes del mismísimo infierno. Ja. Por lo menos acá no hay perros.
8.- Y lo que más puede llegar a molestar... ¿desde cuándo un Depredador necesita un amigo? Darle un amigo, o un compañero de lucha, a un Depredador es como regalarle una sotana a Silvia Süller, no se si me entienden.
Pero otras cosas como por ejemplo el misterio de la pirámide están bien resueltas, y en general entretiene bastante. Y obviamente el final es el final esperado, el que uno se ve venir desde la mitad de la película, y es el que te hace quedar con ganas de más... Y de tener ese muñequito de la película en la repisa de tu pieza.
Para mí es una película de Tres Cosos de Cinco. O Seis de Diez
Debo comentar antes que nada que adoro ambas franquicias extraterrestres: la de los Aliens y la de los Depredadores. Mi excitación fue suprema cuando supe de la realización de esta película, y también cuando supe quién iba a ser el director. Paul W. S. Anderson es un buen director de cine de acción-entretenimiento, cuenta en su curriculum con filmes tales como Mortal Kombat, Resident Evil, Event horizon, y Soldier, asi que la cosa venía bien encaminada para mí.
Ya se, de la manera en que estoy escribiendo esto, parece que en algún momento voy a decir “pero no, la película me defraudo y es una cagada”, pero relájense, no voy para ese lado.
Vamos a pensar antes de hablar de la pelicula en sí en qué es lo que uno debe esperar cuando va al cine a ver una película de este tipo:
1.- Que los efectos especiales y los decorados estén bien, que no sean demasiado berretas.
2.- Que las actuaciones acompañen, aunque no pretendemos tener a Norma Aleandro en el espacio.
3.- Que el guión tenga una cierta coherencia y solidez.
Con esto en mente, les puedo decir que Alien vs Depredador para mí cumple bastante con su objetivo principal: entretener al público que busca reencontrarse con estos “adorables” personajes. Bastante. No del todo, aclaro.
La historia tiene bastantes elementos de ambas franquicias, interrelacionándolos de una forma bastante natural y coherente, y también tiene algunas licencias que se tomo el director/guionista como para hacer más fluido el relato. En las licencias que se toma Anderson está el problema para algunos de los fanáticos que han visto este filme.
Un grupo de investigadores subvencionados por el multimillonario Charles Bishop Weyland (Lance Henriksen, pulgares arriba para mí) y comandados por la exploradora Alexa Woods (Sanaa Lathan, y ojalá que nunca más aparezca este personaje en esta saga, porque me cayó mal. Nena, vos no sos la teniente Ripley...) descubren una enorme pirámide enterrada en el suelo de la Antártida. Cuando se meten dentro de esta, se enteran que éstos son los restos de una antigua civilización perdida que idolatraban a los Depredadores, y éste era el campo de batalla en donde estos seres luchaban contra los Aliens como un rito para pasar de adolescente a adulto.
La cosa obviamente se sale de cauce cuando el grupo sin querer (ja, siempre está el factor “imbecilidad” en estas películas) despierta a la Reina Alien que estaba congelada y ésta comienza a poner huevos, y simultáneamente tres bonitos párvulos Depredadores vienen a la Tierra para volverse adultos cazando bichos. Aliens, no mosquitos obvio. ¿Y qué van a usar de carnada? Si, adivinaste, a los pobres humanos (y es lo que todos estamos deseando ver).
Acá voy a revelar algunas de las cosas que pueden llegar a molestar a los espectadores apasionados con este tipo de películas, así que si no la viste, dejá de leer acá por que puede que te cague la sorpresa.
Después no digas que no te avisé…
1.- Hasta que aparece algo de acción, y vemos a los verdaderos protagonistas de esta peli, deben pasar mas o menos cuarenta minutos. Se hace rogar un poco el arranque.
2.- Quizás hacía falta un poco más de acción en general. Más piñas, más violencia, pero por sobre todo... ¡más sangre humana! Se extraña el rojo en esta película. Si en las pelis anteriores de ambas franquicias algo que sobraba era la sangre, ¿por qué tratar de hacer PG-13 a esta?
3.- El ciclo de generación de los aliens es muchísimo más corto que en las cuatro películas anteriores de esta serie. O sea, según lo que se ve acá, la Reina pone el huevo, el facehugger (la mano esa asquerosa con un pitulín en la palma) agarra al humano, el pecho del humano explota, y el alien crece hasta sus dos metros y medio promedio digamos en... ¿¿veinte minutos??
4.- Suponiendo que los Depredadores luchan contra los Aliens desde hace miles de años (según lo que se ve acá), no me van a decir que no se pudieron hacer una armadura contra el ácido de los Aliens... sobre todo cuando las armas blancas de los Depredadores (cuchillas, shurikens, redes, etc) parecen no ser afectadas con este asqueroso fluido verde.
5.- ¿Por qué loca causa los Depredadores viejos van a mandar a sus jóvenes a meterse en una pirámide infestada de Aliens sin su pistolota con mira láser? Eso si, los mandan con una bomba termo nuclear capaz de borrar toda una civilización de la faz del planeta...
6.- La Reina Alien por momentos parece la hermana menor del T-Rex de Jurassic Park. No se si eso es bueno.
7.- También están ese tipo de ruptura de leyes físicas ya vistas en “Día de la Independencia” o “Reacción en cadena” en donde un ser humano puede correr más rápido que la onda expansiva de una bomba nuclear o que las llamas ardientes del mismísimo infierno. Ja. Por lo menos acá no hay perros.
8.- Y lo que más puede llegar a molestar... ¿desde cuándo un Depredador necesita un amigo? Darle un amigo, o un compañero de lucha, a un Depredador es como regalarle una sotana a Silvia Süller, no se si me entienden.
Pero otras cosas como por ejemplo el misterio de la pirámide están bien resueltas, y en general entretiene bastante. Y obviamente el final es el final esperado, el que uno se ve venir desde la mitad de la película, y es el que te hace quedar con ganas de más... Y de tener ese muñequito de la película en la repisa de tu pieza.
Para mí es una película de Tres Cosos de Cinco. O Seis de Diez
lo dijo el Sr Coso a las 9:38 a. m.
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