Destruir personajes que nos acompañaron cuando eramos chicos es algo que nos ha seducido desde siempre. Que Batman y Robin eran pareja, que Heidi era mugrienta porque tenia el chivo debajo del brazo, que Popeye se drogaba... etc, etc. Era parte de un juego casi inmaduro, una cierta venganza hacia la perfección, un placer culposo. ¿Pero cuándo el juego deja de ser una broma y comienza a transformarse en un negocio?

Cuando sale la remera a la venta.



Si, fijate bien. No es el lindo y tierno "Pequeño Pony" al que las nenas peinaban y coleccionaban con amor. Echale otra mirada...



Es el "Pequeño Pene". Sin sutilezas, lisa y llanamente dicho. Un artista llamado Jeff Hudson pintó un cuadro que alucinó a sus amigos, de tal forma que ellos le pidieron que les hiciera algunas remeras con esa imagen. Y algunas más. Y más. Y ahora las remeras de The Penis Unicorn están a la venta para todo el mundo.



Es muy gracioso y todo lo que quieras, pero ahora digamos... ¿quién se va a animar a ir por la calle cantando con la música original de aquella vieja tonadita "...Pequeño pene, mi pequeño pene..."?