viernes, noviembre 12, 2004
Similar con S de Sincronicidad
Que interesante lo que uno puede aprender del rock'n'roll.
Cuando me compré el álbum Synchronicity de The Police sentí como que mi vida iba a tener un antes y un después de ese disco. Fue demasiado fuerte para mi mente adolescente, y aún hoy cuando lo escucho me sigue causando esa extraña sensación de excitación mezclada con un déja-vu constante. Como que eso era terriblemente nuevo y a su vez ya lo conocía. Esas canciones eran la banda de sonido perfecta de mis días.
Gracias a ese disco aprendí el concepto de sincronicidad. "Con un respiro/ con un flujo/ vas a conocer/ la sincronicidad" decía Sting abriendo esa catarata de ritmos tribales llenas de guitarras apoteóticas y un bajo demoledor. Buenísimo... ¿pero que joraca querían decirme con eso de sincronicidad?
Carl Jung creía que las nociones tradicionales de causalidades eran incapaces de explicar algunas de las formas más improbables de coincidencias. Él acuñó el término "sincronicidad" para describir lo que el entendía como un principio de conexión acausal. Dijo que la conexidad subyacente se manifiesta a través de coincidencias significativas que no pueden ser explicadas por "causa y efecto". Estas sincronicidades podían manifestarse de tres maneras:
1) la coincidencia de un pensamiento o sentimiento de varios individuos hacia un evento externo;
2) un sueño, visión o premonición de algo que luego sucederá en el futuro;
3) un sueño o visión que coincide con un evento que ocurre a la distancia.
Han habido debates sobre si las premoniciones y las adivinaciones del futuro deberían ser consideradas o no como sincronicidades, pero ese no es el tipo de sincronicidad que he experimentado.
Si, tuve una sincronicidad estos días. Y puedo compartirla con Ustedes.
Lean esto que salió en el Diario La Capital. Y relean en este blog el post del viernes 5 de noviembre.
Casi el mismo sentimiento. Y un remate con Silvina Luna. Eso es sincronicidad pura.
Cuando me compré el álbum Synchronicity de The Police sentí como que mi vida iba a tener un antes y un después de ese disco. Fue demasiado fuerte para mi mente adolescente, y aún hoy cuando lo escucho me sigue causando esa extraña sensación de excitación mezclada con un déja-vu constante. Como que eso era terriblemente nuevo y a su vez ya lo conocía. Esas canciones eran la banda de sonido perfecta de mis días.
Gracias a ese disco aprendí el concepto de sincronicidad. "Con un respiro/ con un flujo/ vas a conocer/ la sincronicidad" decía Sting abriendo esa catarata de ritmos tribales llenas de guitarras apoteóticas y un bajo demoledor. Buenísimo... ¿pero que joraca querían decirme con eso de sincronicidad?
Carl Jung creía que las nociones tradicionales de causalidades eran incapaces de explicar algunas de las formas más improbables de coincidencias. Él acuñó el término "sincronicidad" para describir lo que el entendía como un principio de conexión acausal. Dijo que la conexidad subyacente se manifiesta a través de coincidencias significativas que no pueden ser explicadas por "causa y efecto". Estas sincronicidades podían manifestarse de tres maneras:
1) la coincidencia de un pensamiento o sentimiento de varios individuos hacia un evento externo;
2) un sueño, visión o premonición de algo que luego sucederá en el futuro;
3) un sueño o visión que coincide con un evento que ocurre a la distancia.
Han habido debates sobre si las premoniciones y las adivinaciones del futuro deberían ser consideradas o no como sincronicidades, pero ese no es el tipo de sincronicidad que he experimentado.
Si, tuve una sincronicidad estos días. Y puedo compartirla con Ustedes.
Lean esto que salió en el Diario La Capital. Y relean en este blog el post del viernes 5 de noviembre.
Casi el mismo sentimiento. Y un remate con Silvina Luna. Eso es sincronicidad pura.
lo dijo el Sr Coso a las 9:09 p. m.
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