Gorda o flaca, Renée Zellweger es una debilidad mía.

Que no es tan buena actriz, que se parece a Andrea del Boca, que gorda no, que flaca no... no me importa. Me gusta y punto. Por eso quizás sea un poco dificil hablar objetivamente de esta película.

Vamos por partes: la película me gustó mucho, ya tengo comprados a los personajes desde la primera parte. Colin Firth, Hugh Grant y Renée forman un trío perfecto, un engranaje bien engrasado a la hora de las comedias románticas. La banda de sonido es tan buena como la anterior, muchos temas cuyas letras ayudan a ponerle un sentido (o un gag más) a las escenas que se van desarrollando. ¿Les dije que Renée es re-linda? Bueno, esto es un resumen de lo bueno de esta película.

Pero... es una secuela hecha cuando no hacía falta hacer una secuela, aunque me gustó muchísimo volver a encontrarme con el Universo de Bridget Jones. O sea, a nadie le gusta saber que después del "happy ending por un happy beginning" vienen los celos, las peleítas, y todo eso que luego llevará a la... rutina? O sea, la vida misma fuera de la pantalla del cine. Está bien, la película sale airosa y es una comedia disfrutable 100%, pero que se yo. Podría decir que lo bueno ahora es que podemos esperar más de una secuela de Bridget desde este momento.

¿Les dije que me gusta mucho la Zellweger?

Para mi es una película de Cuatro Cosos de Cinco, u Ocho de Diez.