Si tenemos que decir algo a favor, digamos que en general lo mejor de la programación de la televisión este verano es que no te dan ganas de prender la tele para ver nada. Es como que te propone a que averigues que pasa afuera de la caja boba, que lo de adentro no tiene mucho para darte. Y bueh, es verano, a descansar la mente, no pidamos peras al olmo.

Pero dentro de todo, apareció un programa que ejerció un extraño magnetismo en mí, que cada vez que haciendo un zapping lo engancho hace que me quede mirándolo en una rara mezcla de sorpresa, incredulidad y fascinación. Me paro para aplaudir al tipo que se le ocurrió una de las ideas más sencillas y poderosas que aparecieron en la tele en este enero. Quizás no sea novedoso, para nada, tiene algo del Mentime que me gusta del verano pasado (conducido por Ronnie Arias), tiene algo de Pulsaciones ya que no lo conduce nadie salvo una voz en off, y tiene algo de todos esos programas a los que la gente va a buscar un salvavidas económico... pero incorpora al sorete que todos llevamos dentro. Si, hacete cargo, hay una valija con 50.000$ ahi adelante y tenés que sostener tu historia hasta el final de los finales para quedarte con todo. No importa si mentís o decís la verdad, importa que convenzas a los demás, y al final quizás hasta debas traicionar a tu compañero de juego, pero bueno, es alguien al que nunca más vas a ver, ¿no?

Vil Metal, todas las noches por América, te muestra lo mierda que se puede llegar a ser si te dejas llevar por la codicia. Y también te muestra lo cerca que podés estar vos de hacer lo mismo, si te lo ponés a pensar. Ojalá que este sea uno de los programas que sobreviva este ligero verano.