viernes, febrero 04, 2005
Yendo al cine: El hijo de Chucky
Esta película es un claro ejemplo de que todo depende con el cristal que se lo mire.
Ha llegado la quinta secuela de la saga de Chucky. Y en toda saga de terror que se precie de ser respetable hay una secuela descabellada (para ejemplos consideren Masacre en el infierno (Texas Chainsaw Massacre 2), Noche alucinante (Evil Dead 2), Martes 13 parte VI, y toda la serie del Regreso de los Muertos Vivos de los 80's).
"El hijo de Chucky" no es otra cosa que una comedia de horror descontrolada, con todo lo bueno y lo malo que esto significa. Tiene mucha violencia explícita y fuertes escenas de sexo, como quizás no hubo en las cuatro películas anteriores, pero nada de suspenso. En lugar de esto, hay bastante humor negro y algo del estilo Scary Movie. El potencial del personaje descubierto en "La novia de Chucky" es llevado a la máxima expresión en este filme, y es por eso que el que comenzó siendo un muñeco poseído y se transformó en un sangriento asesino serial para terminar haciendo chistes y comentarios terriblemente cínicos, aquí llega al punto de ser dentro del Olimpo de los Monstruos del Cine lo que es Ozzy Osbourne dentro del Olimpo del Rock'n'Roll: un decadente padre de familia no demasiado común.
Hay sangre, como era de esperar: decapitaciones, quemaduras de ácido, incendios a lo bonzo, destripamientos... pero no parecen ser demasiados. El planteo del guión es tan descabellado y los personajes son tan particulares que superan toda esta carnicería. ¿Y de qué trata la película? Bien, comienza casi seis años después del final de La novia de Chucky, donde un muñeco realmente espantoso llamado Glen es usado como acompañante de un ventrílocuo. Pero viendo la tele se da cuenta de quiénes fueron sus padres, cuando descubre que están filmando una película sobre ellos. Así que huye hacia los estudios de filmación y hace que sus padres regresen a la vida usando los muñecos que usaban para el filme. Los tres arman un plan para reencarnarse en humanos: el truco ahora es hacer que Jennifer Tilly quede embarazada, así Tiffany puede poseerla, Chucky puede poseer al rapero Red Man, y Glen puede poseer al hijo que Jennifer Tilly de a luz. ¿Pero Jennifer tendrá un nene o una nena? No importa, porque Glen tiene un problema de identidad sexual...
¿Suena loco? ¿Suena ridículo? ¿Suena estúpido? ¡Hey! Es el hijo de Chucky, no la lista de Schindler...
Hay varias referencias y extraños tributos presentes:
1) un tributo a Ed Wood, con la confusión de Glen o Glenda
2) la presencia de John Waters como paparazzi
3) casi toda la película es un reconocimiento a Jennifer Tilly. Ella está perfecta en su papel, que no es otro que el de ella misma, además de hacer la voz de Tiffany. Y haciendo de ella misma, se toma el pelo como pocas actrices podrían bancárselo. Hace chistes sobre su peso, sobre su vida amorosa, sobre las elecciones de su carrera, sobre su reputación, su moral... Entre todas las cosa que ella dice, menciona Estuve nominada al Oscar, por el amor de Dios. Y ahora mirenmé, soy una muñeca de mierda. Hay que tener huevos para reirse de sí misma de esa manera en pantalla. Y se la ve preciosa en todo momento, con su voz afónica y sus mohines seductores. Ella aquí se corona como la Reina del Cine de Terror en estos tiempos (lugar que dejó hace unos años Jamie Lee Curtis).
Seguramente seguiremos viendo a Chucky en las pantallas de cine, y bienvenido sea. No hay que tener demasiadas expectativas cuando uno va al cine a ver esta película, se puede correr el riesgo de salir defraudado, porque quizás para algunos no sea lo suficientemente terrorífica y para otros no sea lo suficientemente humorística. Pero es un capítulo válido dentro de la saga del muñeco maldito más famoso de Hollywood.
Para mí esta es una película de 3 Cosos y Medio de 5, o 7 de 10.
Ha llegado la quinta secuela de la saga de Chucky. Y en toda saga de terror que se precie de ser respetable hay una secuela descabellada (para ejemplos consideren Masacre en el infierno (Texas Chainsaw Massacre 2), Noche alucinante (Evil Dead 2), Martes 13 parte VI, y toda la serie del Regreso de los Muertos Vivos de los 80's).
"El hijo de Chucky" no es otra cosa que una comedia de horror descontrolada, con todo lo bueno y lo malo que esto significa. Tiene mucha violencia explícita y fuertes escenas de sexo, como quizás no hubo en las cuatro películas anteriores, pero nada de suspenso. En lugar de esto, hay bastante humor negro y algo del estilo Scary Movie. El potencial del personaje descubierto en "La novia de Chucky" es llevado a la máxima expresión en este filme, y es por eso que el que comenzó siendo un muñeco poseído y se transformó en un sangriento asesino serial para terminar haciendo chistes y comentarios terriblemente cínicos, aquí llega al punto de ser dentro del Olimpo de los Monstruos del Cine lo que es Ozzy Osbourne dentro del Olimpo del Rock'n'Roll: un decadente padre de familia no demasiado común.

Hay sangre, como era de esperar: decapitaciones, quemaduras de ácido, incendios a lo bonzo, destripamientos... pero no parecen ser demasiados. El planteo del guión es tan descabellado y los personajes son tan particulares que superan toda esta carnicería. ¿Y de qué trata la película? Bien, comienza casi seis años después del final de La novia de Chucky, donde un muñeco realmente espantoso llamado Glen es usado como acompañante de un ventrílocuo. Pero viendo la tele se da cuenta de quiénes fueron sus padres, cuando descubre que están filmando una película sobre ellos. Así que huye hacia los estudios de filmación y hace que sus padres regresen a la vida usando los muñecos que usaban para el filme. Los tres arman un plan para reencarnarse en humanos: el truco ahora es hacer que Jennifer Tilly quede embarazada, así Tiffany puede poseerla, Chucky puede poseer al rapero Red Man, y Glen puede poseer al hijo que Jennifer Tilly de a luz. ¿Pero Jennifer tendrá un nene o una nena? No importa, porque Glen tiene un problema de identidad sexual...
¿Suena loco? ¿Suena ridículo? ¿Suena estúpido? ¡Hey! Es el hijo de Chucky, no la lista de Schindler...
Hay varias referencias y extraños tributos presentes:
1) un tributo a Ed Wood, con la confusión de Glen o Glenda
2) la presencia de John Waters como paparazzi
3) casi toda la película es un reconocimiento a Jennifer Tilly. Ella está perfecta en su papel, que no es otro que el de ella misma, además de hacer la voz de Tiffany. Y haciendo de ella misma, se toma el pelo como pocas actrices podrían bancárselo. Hace chistes sobre su peso, sobre su vida amorosa, sobre las elecciones de su carrera, sobre su reputación, su moral... Entre todas las cosa que ella dice, menciona Estuve nominada al Oscar, por el amor de Dios. Y ahora mirenmé, soy una muñeca de mierda. Hay que tener huevos para reirse de sí misma de esa manera en pantalla. Y se la ve preciosa en todo momento, con su voz afónica y sus mohines seductores. Ella aquí se corona como la Reina del Cine de Terror en estos tiempos (lugar que dejó hace unos años Jamie Lee Curtis).
Seguramente seguiremos viendo a Chucky en las pantallas de cine, y bienvenido sea. No hay que tener demasiadas expectativas cuando uno va al cine a ver esta película, se puede correr el riesgo de salir defraudado, porque quizás para algunos no sea lo suficientemente terrorífica y para otros no sea lo suficientemente humorística. Pero es un capítulo válido dentro de la saga del muñeco maldito más famoso de Hollywood.
Para mí esta es una película de 3 Cosos y Medio de 5, o 7 de 10.
lo dijo el Sr Coso a las 8:32 a. m.
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