viernes, mayo 13, 2005

Tour Salvaje por la fauna de la Peatonal Córdoba - Episodio III

Y en este Episodio III, al final no nos vamos a encontrar con Darth Vader. No, aunque vamos a mostrar parte del Lado Oscuro de la Peatonal Rosarigasina...

Este no es sólo un personaje, son Legión. Están en casi todas las cuadras. Se reproducen como esporas, como forúnculos, como Gremlins. No hay ningún habitante de la Vereda Cuasi Tropical que tenga más actividad, más movimiento, más energía que ellos... Es la HORDA de ESTATUAS VIVIENTES.



Acá vemos a uno reflexionando sobre su dia laboral y limpiándose el rostro con vehemencia. Sinceramente, yo no entiendo lo que la gente puede ver en estos seres. Hay momentos en los que da la sensación que cualquier hijo del vecino es abducido y se pinta la cara de blanco y se para sobre un tachito frente a C&A. Es que es barato ser estatua: no precisas estudiar demasiado (o nada), sólo con conseguir un pote de crema Nivea o pintura Alba para untarte en la cara y aguantar parado un par de horas ya está listo el asunto. Creo que no hay un Sindicato de Estatuas Vivientes adonde afiliarte, así que con pararte donde se te cante el culo y pase gente, ya está. Antes la gracia era que hacían honor a su nombre: "estatuas". Ahora eso no hace falta: saludan, se agachan, manguean, mueven su tachito de moneditas, guiñan los ojos, se mueven al compás de musiquita, cualquier cosa.

Son una sub-especie de mimos, pero estos últimos son una especie en extinción por estas pampas. Sólo suele aparecer uno en el cruce de Córdoba con Paraguay, y es un mimo veterano que suele tener la cara descascarada. Un desastre, bah. Ahora también aparte de la horda de estatuas vivientes aparecieron los simpáticos payasitos inflaglobos... Y acá va una opinión puramente subjetiva mía: No hay nada peor que un payaso, no, no. Para película de terror están bárbaros, pero para encontrártelos en la calle o adentro de un colectivo son lo menos. Encima gritan cosas tipo "Hoooola gente linda!!" Gente linda las pelotas! No solo inflan los globos, sino que me inflan las bolas.

Volviendo a las Estatuas, insisto que su velocidad de reproducción es altísima. Hace un tiempo había solo un gordito tipo Buda que se quedaba durito con los ojos cerrados en su sábana blanca, y es como que daba lástima. Pero cuando de golpe hubo dos, tres, cuatro... mierda, ¿que pasó, los usurpadores de cuerpos llegaron a la Tierra?

No se, quizás el turista visitante vea como interesante, original, y hasta extravagante la presencia de estas estatuas en las veredas rosarinas. Casi como estar en Paris, ¿viste?. Pero a mi, y a varias de las personas con las que he charlado, las estatuas me tienen podrido. Es más, conozco a alguien que se les para al lado y les susurra al oído: "Andá a laburaaaaaaar".

En realidad, hay cada loco en la calle... pero bueh, you know, eso se los cuento después.
lo dijo el Sr Coso a las 11:32 a. m.
|