jueves, junio 30, 2005
Yendo al cine: Guerra de los mundos
Segunda mitad de los setentas y principios de los ochentas. En las pantallas de los cines se reflejaban las imágenes de esos jovenes que vivieron la etapa del Flower Power, el Post Vietnam, el comienzo del Entretenimiento visto como Gran Negocio. En ese entonces un novel y hábil director convenció al mundo que encontrarse con culturas extraterrestres era hermoso. Que uno podía enloquecer hasta hacer montañas de puré, tener grandes problemas familiares, ser un niño aislado e incomprendido, pero nada de eso importaría al momento de disfrutar la paz y la alegría que te da comunicarte con esos seres. Ya sea con una musiquita o con un dedo iluminado.
Comienzo del Nuevo Milenio. Norteamérica se enfrenta al terrorismo internacional un 11 de septiembre. Y desde entonces todo cambia. Todo. Hasta el punto en el que aquel joven que treinta años atrás hizo que la audiencia amara a los alienígenas cambió su punto de vista y ahora nos presenta que encontrarse con extraterrestres es lo peor que nos puede pasar a todos. Y que Dios no quiera que se te aparezcan cerca, porque no te va a pasar nada nuevo.
En la que para mí será naturalmente la película que más va a recaudar este año, Steven Spielberg nos da su versión de la Guerra de los Mundos, bastante fiel a la historia original de H. G. Wells. Y de más está decir que este es el Spielberg que a mi me gusta, el del cine de entretenimiento, y no el Spielberg melodramático y meloso de filmes tales como La lista de Schindler (pero eso es cuestión de gustos). Para esta visión apocalíptica se juntó con Tom Cruise, un tipo muy hábil a la hora de elegir en que peliculas va a poner la cara (y su dinero) y que cada vez está trabajando mejor (o elige a directores que le sacan provecho a lo que él puede llegar a hacer en pantalla). Al lado de Cruise, la promesa de Hollywood: Dakota Fanning, una niña que tiene el don de la actuación en las venas, que hace que sea verosimil cualquier cosa (desde que está presenciando una invasión alienígena hasta que un insoportable gato humanoide se le meta en su casa). La única otra cara conocida en la película es la de Tim Robbins, haciendo gala de su rostro paranoico y perseguido. (Hay que ver la habilidad de Spielberg en las escenas que comparten Cruise y Robbins para ponerlos a ambos en la misma toma y que no se note que Robbins le saca como un metro de alto al petiso Tom).
La película es vertiginosa, te causa desesperación, miedo, inquietud. Si sos una de esas personas que vas al cine a ver una de acción y buscas siempre algún pelo en la sopa, acá no vas a soportar que el azar esté tan del lado de los protagonistas. Yo pensaba que la historia de la Guerra de los Mundos era algo que estaba en el inconsciente colectivo así como que Superman es Clark Kent, que a los Hombres Lobo se los mata con balas de plata, y que no hay que tomar sandía con vino, así que el final obviamente no me sorprendió como a algunos. Lo que sorprende quizás sea es que la adaptación del libro de Wells sea tan fiel en estos tiempos que corren.
Si querés tener miedo, pasar un rato bastante nervioso, y salir del cine mirando al cielo con respeto, esta es la película de tu invierno. Para mí es un 5 Cosos de 5, o 10 de 10... Nada nuevo, ya que a esta nota obviamente Steven y Tom la iban a conseguir de taquito.
Comienzo del Nuevo Milenio. Norteamérica se enfrenta al terrorismo internacional un 11 de septiembre. Y desde entonces todo cambia. Todo. Hasta el punto en el que aquel joven que treinta años atrás hizo que la audiencia amara a los alienígenas cambió su punto de vista y ahora nos presenta que encontrarse con extraterrestres es lo peor que nos puede pasar a todos. Y que Dios no quiera que se te aparezcan cerca, porque no te va a pasar nada nuevo.

En la que para mí será naturalmente la película que más va a recaudar este año, Steven Spielberg nos da su versión de la Guerra de los Mundos, bastante fiel a la historia original de H. G. Wells. Y de más está decir que este es el Spielberg que a mi me gusta, el del cine de entretenimiento, y no el Spielberg melodramático y meloso de filmes tales como La lista de Schindler (pero eso es cuestión de gustos). Para esta visión apocalíptica se juntó con Tom Cruise, un tipo muy hábil a la hora de elegir en que peliculas va a poner la cara (y su dinero) y que cada vez está trabajando mejor (o elige a directores que le sacan provecho a lo que él puede llegar a hacer en pantalla). Al lado de Cruise, la promesa de Hollywood: Dakota Fanning, una niña que tiene el don de la actuación en las venas, que hace que sea verosimil cualquier cosa (desde que está presenciando una invasión alienígena hasta que un insoportable gato humanoide se le meta en su casa). La única otra cara conocida en la película es la de Tim Robbins, haciendo gala de su rostro paranoico y perseguido. (Hay que ver la habilidad de Spielberg en las escenas que comparten Cruise y Robbins para ponerlos a ambos en la misma toma y que no se note que Robbins le saca como un metro de alto al petiso Tom).
La película es vertiginosa, te causa desesperación, miedo, inquietud. Si sos una de esas personas que vas al cine a ver una de acción y buscas siempre algún pelo en la sopa, acá no vas a soportar que el azar esté tan del lado de los protagonistas. Yo pensaba que la historia de la Guerra de los Mundos era algo que estaba en el inconsciente colectivo así como que Superman es Clark Kent, que a los Hombres Lobo se los mata con balas de plata, y que no hay que tomar sandía con vino, así que el final obviamente no me sorprendió como a algunos. Lo que sorprende quizás sea es que la adaptación del libro de Wells sea tan fiel en estos tiempos que corren.
Si querés tener miedo, pasar un rato bastante nervioso, y salir del cine mirando al cielo con respeto, esta es la película de tu invierno. Para mí es un 5 Cosos de 5, o 10 de 10... Nada nuevo, ya que a esta nota obviamente Steven y Tom la iban a conseguir de taquito.
lo dijo el Sr Coso a las 8:24 a. m.
|