miércoles, octubre 05, 2005

¿Y si era amor?

Acabo de enterarme de una noticia que me conmovió casi hasta las lágrimas: Un hombre fue detenido ayer por la tarde, mientras mantenía relaciones sexuales con un perro en plena vía pública, en la zona noroeste de Rosario.

Según dice el Decano de la Prensa Argentina, ayer martes a las 17 cerca de Génova al 8500 (para los que no conocen Rosario, eso es bien bien al norte de la ciudad, casi en el borde) una vecina llamó desesperada a la policía, que llegó en un móvil de la Patrulla Urbana. Y obviamente lo que vieron los agentes de la ley era algo casi increíble: un señor de aproximadamente 47 años estaba semi en bolas ensoquetándose a un perrito en un baldío. Y digo "perrito" porque en la nota se habla de perro mediano, nada de un Rottweiler ni un San Bernardo (ni tampoco un Chihuahua, para qué mentir).

La cosa es que a este hombre lo metieron en cana por infringir la Ley Sarmiento 14.346 por zoofilia y por exhibiciones obscenas. Esto es muy triste para mi, pobre tipo. Naturalmente, se supone que este hombre está casado, porque no se llevó al perro para intimar en su casa, sino que tuvo que buscar un lugar alternativo, o sea, los yuyos. ¿Y si él amaba a ese can? Supongamos que esto era así, y por la zona en donde ocurrió el hecho debe haber sido un hombre humilde, alguien que quizás no tenía un auto para ir a un telo con su amor (Porque convengamos que hay que tener las bolas bien puestas para entrar caminando a un telo con un perro y pedir un turno... al menos, claro, que seas ciego). Aparte, el amor debe haber sido mutuo porque el hombre estaba haciendo el acto semidesnudo, no a las apuradas, tipo "me bajo el cierre y te ensarto". Para nada, debe haber habido un juego previo, te tiro un hueso, lameme el amigo, y eso. ¿Y el perro? ¿Adonde se llevaron al canino?. ¿Lo discriminarán los otros perros por haber tenido relaciones con un humano?. Y si seguimos indagando en la noticia, se menciona claramente la palabra "perro", no "perra". O sea que estamos frente a una dramática historia zoo-gay, digna de ser filmada por nuestro cine argentino en pleno auge, con música de Vivencia o Miranda.

Es esto por donde se mire, señoras y señores, una historia muy triste. Roguemos que tenga final felíz. Guau.
lo dijo el Sr Coso a las 11:23 a. m.
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